| Muy diversos factores permiten y
estimulan el uso indiscriminado del vehículo privado para cubrir todas las necesidades,
empezando por las escasas dificultades que el relieve insular ofrece al tráfico rodado. A la baja oferta de transporte público cabe añadir el resultado de un urbanismo reciente nada interesado en compactar la capital, junto a un sistema de valores sociales que priman la vivienda en casa baja y fuera de la ciudad frente al piso urbano. Así que muchos isleños tienden a vivir en el campo, aunque la mayor parte del trabajo asalariado se halla en las zonas turísticas o en los servicios sociales y complementarios localizados en la capital o aledaños. El mismo sistema de valores convierte en preferible el 'todoterreno' frente al utilitario, y este frente a la moto, la bicicleta o el simple paseo. Un estilo de vida contrario a los objetivos medioambientales de Kyoto (1997) y al libro blanco del Transporte de la Unión Europea (sept-2001). El mapa ofrece una panorámica sobre los principales orígenes y destinos de los viajes, atendiendo a las necesidades de vivienda, trabajo y servicios sociales para los residentes, y alojamiento y ocio para turistas; expresando las cifras resultantes de frecuencia de vehículos en ciertos puntos de la red. Un futuro mejor pasa por buscar alternativas a la proliferación de nuevas vías asfaltadas y más vehículos privados, que logran una accesibilidad con alto coste familiar, social y ambiental. Sería conveniente atajar la necesidad de tanta movilidad apostando por recuperar Arrecife como ciudad atractiva para vivir en ella, y no sólo para visitar en horario comercial. Facilitar la movilidad peatonal y no motorizada en todos los núcleos de la isla. Así como la ya iniciada y prevista ampliación de la oferta de servicios públicos de transporte. |
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