A buen seguro sin saberlo, los lanzaroteños han desentrañado más de una vez la paradoja escondida en este viejo ideograma chino "ji", que representaba a la vez los aspectos positivos y negativos de lo que nosotros denominamos crisis: entendiéndola como amenaza y desafío, como problema y oportunidad.

Fuentes: N. Myers, 1985. Programa MaB UNESCO, Grafcan, 1996.

 

El símbolo chino expresa bien el punto crucial en el que se halla el planeta. Cuando el sistema económico actual no solventa sino agrava la brecha entre ricos y pobres, la naturaleza ya ofrece síntomas de peligroso deterioro.
De hecho, la actual tasa de extinciones de especies resulta comparable a la desaparición de los dinosaurios u otros 4 cataclismos biológicos demostrables con el registro fósil. La particularidad de esta ocasión es que no tiene un origen telúrico, climático o astronómico. (Vid Delibes, 2001).

La Sexta Gran Extinción que estamos viviendo está provocada por las actividades de la humanidad. Somos el origen de un problema cuyo desenlace está garantizado: la vida sobre el planeta acabará recuperando su diversidad y abundancia. Nuestra oportunidad es la de encontrar una solución que nos incluya.

Por eso UNESCO llama al Programa MaB, que coordina las Reservas de Biosfera, "Hombre y Biosfera", subrayando (con la conjunción copulativa frente a la actual disyuntiva) la dimensión cultural en el reto de encontrar un nuevo punto de equilibrio entre la humanidad y su planeta. ¿Y en la Isla?

De lo que no hay duda es que, a lo largo de las últimas décadas, en Lanzarote se está generando una cultura muy particular. Sin plantear la vuelta a las penalidades de un pasado que se consiguió superar, quizá el tesón y creatividad que antaño se aplicaron en la Isla sean ingredientes necesarios para componer una nueva cultura duradera. ¿Cuáles más?

 

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